miércoles, 25 de enero de 2012

En el hospicio


Deseábamos con ansia ser mayores. En aquel hospicio el paso a la edad adulta lo marcaba el lugar donde te ponían el termómetro.

5 comentarios:

Nicolás Jarque dijo...

Sara, ufff inquietante, duro y reflexivo. Da que pensar, y a mí, solo me visitan ideas macabras al leerlo. ¡Cuanto mal hicieron muchos en nombre de Dios!

Muy bueno, me gustó.

Un abrazo.

CDG dijo...

Madre mía, Sara...se intuye una barbaridad detrás de esas puertas cerradas y de tu gran microrrelato. Estremecedor.
Muy bueno.
Un abrazo.

Sara Nieto dijo...

La verdad es que cuando lo escribí no pensé en todo lo que sugiere. Y sí, lo reconozco, da escalofríos.

Gracias a los dos.

MJ dijo...

Inquietante micro, más en lo que calla que en lo que cuenta.
Muy bueno, Sara.

Un beso.

Rosa dijo...

Uffffff, da miedo...

Besos desde el aire