lunes, 7 de febrero de 2011
Cría cuervos
"Aquí vinimos a descansar, deje la calceta Paquita, que nos vamos a quemar la retina…" la reprende condescendiente la enfermera. Deja el vasito con las pastillas cerca de la anciana mientras le retira amablemente las agujas de hacer punto. Ella se deja hacer pero en cuanto se aleja vuelve a cogerlas. “Descansa tú guapa, que yo no estoy cansada. Además tengo que acabar esta bufanda. Es para mi Manolín, que siempre coge frío en la garganta... Me va a oír. Hace más de un mes que no viene, desde que me trajo esos papeles. ¡Ah no!, pero la próxima vez no firmo nada y le pienso decir que esto no me gusta, que me vuelvo a mi casa”.
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6 comentarios:
Triste pero cierto...
Abrazos
Estoy con Su, tan triste como la vida misma.
La semana pasada ha salido una noticia en la que una mujer le había sacado del banco todo el dinero a una mujer anciana a la que estaba cuidando porque estaba enferma. Y encima era prima suya.
La ralidad siempre supera a la ficción.
Besos
Hay muchos casos, pero los peores son los de tus propios hijos, y sobre todo porque como dice el refrán los has criado tu, esta anciana que teje para que su hijo no se enfríe crió ella a su Manolín...
Un beso
Con la boca abierta me has dejado guapa... Muy bueno.
Gracias, Pili, me alegro de que te haya gustado.
Miguel, Su, Anita. Sí, es triste y lo peor de todo es que es frecuente. Hay gente demasiado impaciente para esperar a que un pobre viejo se muera para "heredar". Total, ya para lo que les queda, deben pensar muchos. Como si no fueran seres humanos, y precisamente esos que te criaron y te siguen idolatrando.
Bien reflejado este drama tan repetido con nuestros ancianos.
Un beso, Sara.
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