Una lágrima salada que, inadvertida,
recorre mis mejillas.
Un suspiro ahogado
por la insensibilidad.
Un alma inmóvil, sola que yace
bajo un torreón de oscuridad.
A veces llegan a mis oídos sonidos nuevos,
cantos de niños y un lejano eco
que trae reminiscencias conocidas.
A veces, sólo a veces, siento
una voz antigua y vana
que pulula en mi interior;
un amargo sabor de antaño
que evoca recuerdos gastados,
imágenes descoloridas.
Una soledad inmensa que devasta
corazones a su paso.
Y una palabra que mi boca
no se atreve a pronunciar.
A veces, sólo a veces,
siento que mi alma va a estallar…
que ya no tengo alma.
2 comentarios:
Dolor, tristeza, desazón, oscuridad, sufrimiento.
Al leerlo, arde el alma.
Un abrazo,
Triste, pero no puedo dejar de leer.
Besitos
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