Además, el pollo rebozado siempre humea demasiado. Encima engorda más y es malo para el colesterol. Y ya te dijo el médico que tenías que cuidarte, Antonio. Así que deja de quejarte y de decir tonterías. ¡Pero si ahora hasta nos ahorramos el cocinar! ¡Venga, hombre! Vámonos ya antes de que nos crucemos con los vecinos, que están a punto de volver del trabajo.
3 comentarios:
Un micro que exuda una sutil ironía crítica, Sara, tanto hacia la actitud de algunos individuos como hacia la sociedad que conformamos.
Gran trabajo.
Un abrazo,
Y me temo que tristemente cierto, también.
Bienvenido de nuevo a mi casa.
Como somos, en esta situación y aún intentando aparentar no que ya no se es. En fin, seguro que existe esa realidad.
Besitos
Publicar un comentario