Allí donde mueren las flores,
allí donde nace el silencio. Allí quiero ir.
Donde las almas cantan,
donde el amor es un niño
y donde no hay sol.
Allí quiero volar.
Cuando las estrellas se confunden
con el color del cielo.
Cuando mi cuerpo es etéreo.
Cuando los sonidos no se oyen
y cuando el agua se convierte en fuego.
Allí quiero estar.
Y morir mil veces.
Y nacer mil veces.
Para nunca volver a morir
y a nacer en el mundo de los sueños.
2 comentarios:
Precioso poema, Sara.
Felicidades.
Un beso.
Muy hermoso, aunque reconozco que me cuesta entender la poesía.
Besitos
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