Como un largo gusano hambriento el tren avanza recorriendo túneles. De cuando en cuando para, vomita su carga como si fuera un exceso de equipaje en su estómago. Pero de nuevo en su hambre compulsiva, interminable devora una nueva remesa de almas grises, adormiladas que avanzan recorriendo túneles como gusanos hambrientos hasta la siguiente estación de sus vidas.
3 comentarios:
Buena metáfora Montse.
Besos desde el aire
Con lo que me cuesta madrugar, con lo mal que lo llevo y que llegues tu y coloques esta imagen en mi memoria, en la que veo los túneles del metro. No hay derecho, Sara, madrugar ya era suficiente.
Un beso a pesar de todo, Luisa
Te ha quedado una analogía bien chula Sara. Yo por mi parte, mañana vuelvo a convertirme en un alma gris...
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