Abrí los ojos. Tenía una sensación extraña. No conseguía centrarme. Era como si estuviera borracha, todo me daba vueltas. Pero me sentía ligera como la brisa, suave como una pluma. Me miré las manos y eran translúcidas. Me miré el cuerpo y era humo. Era sólo esencia, sin forma, libre, etérea. Curiosamente me sentía feliz, tan feliz que daba vueltas sobre mí misma, como un remolino. De repente oí un ruido, como un gemido. Busqué con los ojos que ya no eran ojos el lugar de dónde procedía. Entonces me dí cuenta de que aún estaba en mi habitación. Sin embargo no estaba donde debería estar: flotaba en el techo. Desde allí ví algo que al principio no entendí. Él, mi amor, estaba sentado a los pies de la cama, la cabeza hundida entre las rodillas, las manos crispadas. Sollozaba y mascullaba algo ininteligible. Yo estaba tumbada, inmóvil, mi cara tapada por la almohada.
8 comentarios:
Me viene a la cabeza la eutanasia. Queda una agradable sensación después de leerlo, aún con el triste final.
Salud.
Tu relato transmite liberación a pesar del drama. La última frase es impactante y da la sensación de que todo está bien. No es ella la que sufre sino él. Muy bien escrito. Un beso.
Ella se siente bien, da la impresión de que no querría regresar al estado anterior.
Muy bien Sara!
Besos
Hola, Sara, estoy visitando espacios que suelo ver en los blogs de amigos, el tuyo aparece en uno de ellos. Me pareció muy bueno, así que voy a quedarme por aquí como seguidor.
Si tienes ganas, te invito a pasar por el mío.
Un saludo desde Argentina.
Humberto.
www.humbertodib.blogspot.com
Hola Sara!
solo me queda la duda de por qué llora el asesino? arrepentimiento tal vez?
Al principio pensé en alguna droga, pero me sorprendió el final, me encantó!
Un abrazo!!!
He leído el texto como en dos partes, en la primera escuchaba de fondo "Aire" de Mecano y en la segunda me he quedado con las lágrimas del asesino. El conjunto me ha gustado mucho
Saludillos
Joplin, aunque no lo escribí pensando en la eutanasia, cuando lo terminé me dí cuenta de que era un cuento de significado ambiguo y eso me gusta. Me parece perfecta tu interpretación.
Pedro, Patricia, eso era precisamente lo que quería reflejar: el alma libre por fin de la cárcel del cuerpo.
Humberto, encantada de recibir tu visita y de que te quedes, bienvenido. Puedes estar seguro de que me daré una vueltecita por tu casa.
Sucede: el asesino llora de arrepentimiento supongo, o simplemente de tristeza por haberla perdido, no sé. Puedes interpretarlo como quieras. Ya sabes que me gustan los cuentos abiertos. Lo que está claro es que ella ahora es feliz. Me alegro de que te gustara.
Puck: tienes toda la razón, lo reconozco, resuenan la música de Aire. La verdad es que no era mi intención pero cuando me puse a escribirlo empezó a brotar por sí sola.
A todos muchas gracias por dedicarme unos minutillos y visitarme, me siento feliz de que os gusten mis cosillas.
Besitos para todos
Mi amor...
Estas palabras me dejan un poco descolocado, pero me gusta quedarme así, gracias.
Supongo que la protagonista se siente de forma parecida, la duda está en si está agradecida o no.
Un abrazo.
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