viernes, 18 de febrero de 2011

La cama fría


Desde que tengo turno de noche apenas coincidimos en casa. Al principio intentaba llegar aunque sólo fuera para darle un beso antes de irse al trabajo. Luego me metía en la cama y dormía acurrucado en el hueco de su cuerpo, respirando su aroma. Con el tiempo, los besos se convirtieron en un saludo fugaz en el portal y al final, en un mensaje de móvil: “Ya estoy en casa”. De repente, esta mañana me he dado cuenta de que las sábanas ya no huelen más que a sudor y hace días que de su hueco no hay ni rastro…

16 comentarios:

Unknown dijo...

Cuando avanza la marea del desamor es inútil intentar detenerla.

escarcha dijo...

a veces es dificil darse cuenta de que el amor se enfría hasta que se va.
muy buen micro
saludos

Caboclo dijo...

Buena historia, triste y "asquerosamente" real, si me permites el adverbio.

Sara Nieto dijo...

Te lo permito, Caboclo, te lo permito y además es el que más se le ajusta. Gracias por el comentario.

Gracias también a Escarcha y a Patricia. Me alegro de que os guste.

Elisa dijo...

Buen micro, me gusta mucho el título, Sara.
Nos vemos en tu casa, en la mía o en la casa común de El Microrrelatista.

AGUS dijo...

Una historia de desamor en toda regla. Un dejarse ir muy real como han dicho anteriormente. Me gustó el tono de resignación.

Abrazos.

Sara Nieto dijo...

Gracias Elisa, nos leemos en tu casa, en la mía y en la común.

Gracias a tí también, Agus. Sí, es una historia de desamor muy corriente. Yo creo que esta pareja, como tantas otras, ya estaba rota y el esfuerzo que supone intentar encontrar lugares comunes es demasiado. El único que les quedaba era la cama y hasta ése se terminó enfriando.

Towanda dijo...

Me da pena el desamor de tu micro...
Ojalá que no lleguemos a eso porque las cosas se deben hablar antes.
Un abrazo.

Sara Nieto dijo...

Se deben hablar, pero no se hablan. La incomunicación es el pan nuestro de cada día de cientos, miles de parejas, que únicamente sobreviven por pura costumbre. Es así, triste, pero cierto.

Maite dijo...

Este micro es una total definición de la rutina, que finalmente pierde una letra para convertirse en...ruina. Abrazos.

su dijo...

Muy bueno... cuando las cosas no quieren salir si no se pone remedio, acaban por abandonarse. Gracias por tus comentarios tanto en mi blog como en el microrrelatista. Nos vemos;)

Sara Nieto dijo...

De nada, Su, un placer. Y gracias a tí también.

Dyhego dijo...

SARA:
Lo mejor será que caiga en el hueco del olvido.
Salu2.

Sara Nieto dijo...

Dyhego, yo creo que ya ha caído. Lo que pasa es que se acaba de dar cuenta...

Saluditos

Mixha Zizek dijo...

una buena historia de minificción, saludos

te pondré en mi lista si me lo permites

Sara Nieto dijo...

Te lo permito, Mixha. Es un honor para mí.
Y gracias por tu comentario.